Es muy frecuente que un emprendimiento, en las primeras etapas y en épocas complejas lleve a sus titulares a un gran esfuerzo y dedicación para lograr la ansiada estabilidad con rentabilidad. En este artículo veremos cómo incide la variable «tiempo» en el resultado del mismo y su vínculo con la rentabilidad.
La situación de un emprendimiento se complica cuando la rentabilidad es baja o nula en períodos prolongados, a pesar del esfuerzo, la dedicación y la inversión de capital realizada. Los negocios de baja rentabilidad son aquellos que demandan más de lo que dan, en un proceso creciente que nos puede llevar al endeudamiento.
EL TIEMPO COMO VARIABLE CLAVE
Muchas veces es una variable que se considera poco, y que es preciso desglosar en varios aspectos:
* El tiempo de producción o elaboración de los productos, o en caso de las empresas de servicios de la «servucción» o producción del servicio que prestan.
* El tiempo que insume la gestión interna global: de los proveedores, la logística tanto de «entrada» como de «salida», y obviamente la administración financiera de la empresa/emprendimiento, la gestión laboral y humana del mismo.
* El tiempo dedicado a lo comercial y al marketing: contacto con clientes, potenciar y mantener atractivo el punto de venta, mantener las redes y plataformas virtuales vinculadas, planificar nuevos productos o servicios, atender imprevistos, etc.
El tiempo está asociado a nuestra capacidad de producción y a la productividad en general, por lo cual si no hacemos un muy buen uso del mismo – nuestros y como empresa-, es muy posible que aparezcan con fuerza los denominados «costos ocultos«, que no son otros que los que no tenemos en cuenta cuando proyectamos el negocio, pero que inciden totalmente en los resultados del mismo.
También está asociado a la dedicación en días y horas para sacar adelante el emprendimiento, de parte de su titular o titulares, dando en general una relación directamente proporcional entre dedicación, productividad y resultados esperados.
Por supuesto que el modelo de negocio, la propuesta de valor y la sintonía con el público deben ser acertadas también para obtener resultados, pero las investigaciones muestran que sin dedicación a fondo en los primeros tiempos, o en épocas complejas la rentabilidad tiende a bajar o desaparecer.
Debido a la importancia de la variable tiempo en todos los aspectos que mencionamos arriba, cobra cada vez más relevancia incursionar en procesos de automatización en las empresas, con la finalidad de mejorar la producción, el servicio, reducir costos operativos y por lo tanto mejorar la rentabilidad. Obviamente estos procesos permiten también optimizar las horas de trabajo de los titulares y sus principales colaboradores, a los efectos de mantener o recrear un ambiente de trabajo saludable, compatible con la vida personal y familiar.
OTRAS FORMAS DE RENTABILIZAR EL NEGOCIO
* Introducir «productos Premium», (o servicio de la misma forma), que no nos lleve más tiempo pero que contenga un diferencial de presentación, adicionales, un ámbito distinto para la atención, etc.
* Posibilidad de «escalar» el negocio, es decir replicarlo mediante sucursales, o «franquicias», o introduciendo un potente «canal digital» de ventas, o en algún caso, mediante la expansión nacional e incluso internacionalización, si se está preparado y se tiene un producto competitivo regionalmente. Un trabajo demasido centrado en los titulares del emprendimiento no genera estándares, porque es muy personalizado y hasta artesanal. Es preciso formar equipos y generar estándares. No pensemos solo en el «árbol», sino en el pequeño «bosque» que puedo crear…
* Análisis de Costos: lo del principio. Esto es permanente, para identificar incremento de costos, y sobre todo los costos «ocultos» por problemas de mala gestión del tiempo, exceso de errores o re-trabajos, baja productividad, pérdidas por insuficientes controles y otras anomalías.
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