El mundo laboral actual, cambiante y crecientemente tecnológico, exige una formación continua o al menos periódica a los colaboradores de las empresas y emprendedores. Este factor debería ser parte de cualquier planificación a largo plazo, para aportar el necesario valor agregado a la transformación laboral.
Las generaciones anteriores solían incorporar sus saberes mediante la práctica diaria de distintos oficios. Para ellos, no existía la necesidad de reinventarse mediante la incorporación de nuevas habilidades, sino que el crecimiento cobraba vida en el esfuerzo constante y en la ambición de progreso laboral.
Actualmente, por las nuevas tecnologías y el entorno que se modifican más rápidamente y con más incertidumbre, es necesario periódicamente «reinventarse», esto es, incorporar nuevos paradigmas y prácticas laborales adaptadas a los nuevos tiempos, para no caer en la obsolecencia funcional.
Esto lo sienten particularmente las nuevas generaciones, que ven que el contexto actual exige estar a la altura de novedosas prácticas en los procesos de trabajo, en función de las exigencias de mercados dinámicos.
CAMINOS PARA EL «RECICLAJE» LABORAL
- La reinvención de las capacidades laborales implica una capacitación profesional frecuente que debe ser tenida en cuenta por las empresas.
- Implica una actualización y revalorización del propio trabajador, y es muy importante que así lo comprendan ellos para su involucramiento.
- Es conveniente tener un esquema de mediano plazo para la Capacitación, dentro del Plan anual de la empresa o emprendimiento.
- Si trabajamos en una empresa familiar, los colaboradores familiares también deberían capacitarse para estar actualizados.
- La capacitación no abarca solo las tecnologías informáticas «de oficina», sino que en casi todos los rubros hay una presencia creciente de la tecnología digital, que facilita el trabajo y permite aumentar la productividad. Ello abarca desde líneas de producción industriales, elaboración y conservación de alimentos, etc.
- La transformación tecnológica y digital, impacta tanto a los jóvenes con poca o nula experiencia laboral, como a los trabajadores de mucha experiencia que necesitan redirigir sus esfuerzos o reinsertarse en el mundo laboral. Nadie se «escapa» a esta tendencia universal.
- También implica la capacitación en las llamadas «habilidades blandas»: poder trabajar más y mejor en equipo, trabajar por proyectos, mejorar las habilidades de atención a los clientes, de supervisión, automotivación, etc.
- Obviamente todo esto es válido también en gran medida, para los dueños y directores de las empresas, al menos para poder participar e involucrarse en estos procesos.
- Niveles de actuación: se debe trabajar a tres niveles. Cultura organizacional general (a todo el personal), a nivel de Equipos (de sectores o/y de proyectos), y a nivel individual, lógicamente.
- Es importante la tarea del «Coaching» interno: pueden ser uno o varios, para apoyar, adiestrar, entrenar y consolidar estos procesos de reaprendizaje. En todas las unidades productivas y comerciales, es muy bueno contar con personas que como parte de sus tareas, tengan las de apoyar a sus colegas.
- Optimizar el tiempo: muchas de estas actualizaciones y formaciones se pueden hacer, combinando lo presencial con lo virtual.
- MUY IMPORTANTE: la Capacitación para el «Reciclaje» o reinvención laboral no es un gasto: es una inversión imprescindible en los tiempos que corren, y así seguirá a futuro. El capital humano cada vez cobra mayor importancia para obtener los objetivos buscados, permanecer en la actividad y consolidarse en el mercado, permitiendo lograr un desarrollo profesional y humano creciente a los involucrados. Con lo cual todos ganan.