La trilogía de factores para lograr más productividad

Artículo en base a investigaciones y notas de Cinterfor (Centro para el Desarrollo del Conocimiento sobre Formación Profesional), de la OIT.

El incremento de la productividad, o sea los resultados en relación a los recursos empleados, es clave en cualquier empresa. La tecnología general y digital en particular ha incrementado la misma por bastante tiempo, pero nuevas investigaciones demostraron que es preciso unir otros dos factores claves.

La digitalización de procesos ha aumentado enormemente-y más con la pandemia- aunque en forma algo desordenada. Estas investigaciones revelaron que el incremento de la productividad por la digitalización-a nivel internacional-, aumentó fuertemente entre 1995 y el 2004, pero luego se estancó.

Los expertos que investigaron el tema encontraron que era preciso recurrir a los llamados «factores complementarios de la tecnología», que son los que junto a ella cambian las condiciones de gestión, y que solo la incorporación de tecnología digital actualmente no asegura buenos resultados.

FACTORES COMPLEMENTARIOS DE LA TECNOLOGIA

Es así que claramente, es preciso invertir además en desarrollo del capital humano de las empresas, y en el cambio de los procesos organizacionales, que deberían ir en paralelo a la incorporación de tecnología digital. La inversión debe ser en los tres factores al mismo tiempo, o en un proceso muy secuenciado.

Un ejemplo claro es la tecnología ZOOM, para comunicación y educación a distancia: es un gran aporte tecnológico pero es preciso que los que la utilizan frecuentemente adquieran conocimientos sobre cómo emplearla mejor, en las distintas aplicaciones que puede tener (reuniones, cursos, comunicaciones en general).

En el plano del desarrollo de capital humano, las capacidades o habilidades laborales deben ser desarrolladas tanto en el trabajador como en la Gerencia (o Directivos superiores). Es en las Gerencias o el nivel superior de las empresas-cualquiera sea su tamaño o rubro-donde se toman las decisiones respecto a estos temas, que son un verdadero desafío en muchas ocasiones, por los costos involucrados y también por la inestabilidad de los mercados actuales, sobre todo en A.Latina.

Los períodos de cierta estabilidad son ideales para avanzar decididamente en esta «trilogía» virtuosa de incorporación de tecnología digital, desarrollo del personal y fortalecimiento de los procesos organizacionales. En este último factor, el rediseño de procesos para que sean más eficaces y eficientes, siempre parte de la Gerencia o Directivo superior.

Sin embargo, se ha encontrado en las investigaciones, sobre todo en empresas Pymes (micro, pequeñas y medianas), resistencias a la capacitación de la gente, y una cierta adversión al riesgo, a su vez justificada por lo mencionado anteriormente de la inestabilidad económica del entorno, en países de América Latina.

EN QUE DEBEMOS TRATAR DE CALIFICAR AL PERSONAL

Producto de las investigaciones mencionadas, CINTERFOR (OIT), recomienda calificar a nuestro capital humano en las siguientes capacidades:

1) Competencias digitales: pensando no solo en el «ahora», sino en plazos más largos. Aunque el riesgo de calificar al personal en estas tecnologías y que luego «se vayan», existe, el riesgo de no calificar y tener baja productividad, o quedar de a poco afuera del mercado es mayor. Está llegando el momento en que a todos los niveles de calificación, se hará necesario tener competencias digitales.

2) Competencias «transversales» o también llamadas Habilidades «blandas»: como la capacidad colaborativa y de trabajo en equipo, la habilidad para integrar Proyectos matriciales (rompiendo la lógica de «chacritas», que se producen en todas las organizaciones de medianas para arriba…), la Comunicación adecuada y la creatividad, el análisis crítico de la realidad-cada vez más cambiante y que requiere adaptación y hasta anticipación. Todo esto además de las competencias específicas que requiere cada trabajador en su propia función.

3) Sin duda los idiomas: en este mundo globalizado el dominio de idiomas es un factor muy importante en el desempéño de la gente para lograr mayor comunicación y resultados concretos, interactuando con el mundo.

Este enfoque permite superar la visión «industrialista» que viene del pasado, donde al trabajador se lo preparaba solo técnicamente (lo cual está bien y es necesario), pero en forma bastante aislada. Las habilidades requeridas actualmente permiten integrar la tecnología, los equipos de trabajo y los procesos organizativos en un todo armónico en pos de los mejores resultados y también de la satisfacción en el trabajo.