El contexto económico en que actuamos es el entorno sobre el cual no podemos influír con nuestras acciones. Sin embargo, conocerlo es un insumo básico para la toma de decisiones empresariales, de ahí que en este artículo haremos un resumen de las perspectivas para el 2025, de acuerdo a varios centros de referencia económicos y reconocidos profesionales en la materia
Para abordar el tema, primero describiremos cómo fue el 2024 y luego las perspectivas para el 2025, en general y separadas por las principales variables consideradas.
RESUMEN DEL 2024 Y SUS CONSECUENCIAS EN EL AÑO ACTUAL
El nivel de actividad se recuperó sobre todo en el segundo semestre del año totalizando un crecimiento promedio anual del 3,5%, lo cual es un indicador superior al tradicional 2,5% de casi todos los años. Ello se vió reflejado también en una tasa de desempleo inferior al 8%, en un mercado laboral bastante dinámico.
Las causas fueron la recuperación en volumen de las exportaciones agroindustriales tras la sequía del 2023, y reducción del desvío del consumo interno a Argentina del año anterior.
La inflación registrada interanual fué del 5,49%, o sea dentro del rango previsto por el BCU (Banco Central) por segundo año consecutivo.
El dólar tuvo un fortalecimiento global y también causado por la influencia de la depreciación de la moneda en Brasil y algunos “ruidos” del ciclo electoral en Uruguay.
Finalmente, el área fiscal al cierre del año, terminó con un déficit del 3,5% del PIB, algo por arriba de lo previsto.
PERSPECTIVAS PARA EL 2025
Como comentario general, los economistas coinciden en que sobre todo en el primer semestre, la inercia del año anterior determinará una situación similar, más positiva que negativa.
Sin embargo, es posible una desaceleración en el segundo semestre, a consecuencia sobre todo del sector externo como veremos más adelante.
CONTEXTO EXTRAREGIONAL:
No presenta lo que se llama “viento a favor”, como fue en períodos anteriores. El posicionamiento actual de EEUU respecto a la economía internacional determina una consolidación del bajo crecimiento de la economía mundial, lo cual obviamente repercute en los países emergentes.
Paralelamente se prevé que se siga fortaleciendo el dólar, una baja general de los precios de las materias primas, menores flujos de capital a los países en desarrollo y un leve aumento de las tasas de interés en el mundo desarrollado, a partir de los propios EEUU.
Es por ello que al consolidarse estas políticas económicas y financieras en unos meses, se prevén perspectivas más complejas en muchos países a partir de aproximadamente el segundo semestre del año en curso.
CONTEXTO REGIONAL:
El entorno regional arroja señales mixtas, según el análisis de todos los economistas relevados.
En ese sentido, se puede decir que las influencias recibidas de ARGENTINA serán positivas, debido a que su incipiente reactivación y encarecimiento de precios relativos favorecen a Uruguay, tanto a nivel de exportaciones como del turismo.
Lo contrario recibimos desde BRASIL, con una situación inversa: depreciación de su moneda con baja de precios relativos y problemas fiscales serios lo cual determina un escenario negativo por este lado para Uruguay.
SITUACION INTERNA MACROECONOMICA Y MEDIDAS ESPERADAS:
Nivel de actividad: los economistas coinciden en que hasta la mitad del 2025 la economía llegaría a un aumento promedio anual del 3,5% del PIB –por la “inercia” del buen año anterior- continuando el dinamismo del mercado laboral. Pero en términos de todo año, prevén un crecimiento del 2,5%.
Inflación: se prevé en el entorno del 5,5%, dentro del rango meta del BCU. Subsisten ciertos riesgos de incremento para el segundo semestre.
Tipo de cambio respecto al dólar: se prevé estabilidad y lento fortalecimiento de esa divisa. Con valores entre $ 44 y $ 47 del dólar hacia fines del año.
Déficit fiscal: en torno al 3,3 al 3,5%.
Tasa del desempleo: en torno al 8%.
Salario real en el 2025: su evolución dependerá de la inflación, el crecimiento económico y las negociaciones en los Consejos de Salarios.
Los expertos coinciden en que habrán 3 hitos muy importantes con gran repercusión en la actividad económica, que están por definirse: 1) La presentación del Presupuesto quinquenal en Agosto- que estará vigente desde el 2026- que marcará una señal clara a nivel del equilibrio fiscal buscado y el gasto público comprometido. 2) La 11ª Ronda de negociación salarial de Julio. 3) La recomposición de la agenda de inversiones públicas.
También existe expectativa sobre una posible revisión de algunas exoneraciones fiscales, y la posible implementación del IVA personalizado.
Estas decisiones repercutirán por sí mismas en la economía, porque por ejemplo un aumento de impuestos importante puede afectar la inversión y el consumo.
Otro elemento señalado por los economistas, es que un nivel de empleo elevado como el actual, es muy difícil de sostener sin prudencia salarial. Si los salarios aumentaran por encima de la productividad de la economía, la repercusión sería un aumento del desempleo. Una variable influye sobre la otra en ese contexto.
RESUMEN DE LAS PERSPECTIVAS ECONOMICAS:
Si no ocurren hechos inesperados, los llamados «cisnes negros» – tanto a nivel interno como externo- se prevé un año de moderado crecimiento, en el entorno del 2,5% promedio anual, con una posible desaceleración por ciertos riesgos externos en el segundo semestre.
En ese sentido y si se concreta esta ralentización económica, el mercado laboral tendrá menor dinamismo, el dólar se seguirá fortaleciendo y las tasas de interés serán algo más altas.
Los expertos también analizan que será muy importante las “señales macro” que den las nuevas autoridades económicas en los primeros meses del cambio de administración, y de no subestimar los riesgos externos señalados anteriormente.
Todo eso determinará el “clima de negocios” reinante, el comportamiento de los Activos financieros, y la capacidad para amortiguar el ciclo externo de los años venideros, con restricciones varias como hemos comentado.
O sea que más allá de cierta estabilidad en el año, desde el punto de vista empresarial habrá que ir viendo el escenario económico, el contexto regional e internacional, y las medidas concretas a lo largo del año que se presenta.
Fuentes: CED, Comité de Coordinación Macroeconómica, Ec. Aldo Lema.