Area de CONSULTORIA
Las empresas familiares son 8 de cada 10 en nuestro país, llegando a la segunda generación aproximadamente un 35%, y a la tercera solo el 15% de ellas. Cualquiera sea su dimensión, tienen ciertas características comunes y un ciclo de vida que puede generar crisis muy típicas.
En este artículo abordaremos algunos de los problemas más comunes de estas empresas, y el abordaje de soluciones con una mirada paralela a la tradicional en temas de gestión.
La empresa familiar es aquella en la cual hay 2 o más miembros de una familia que la dirigen, y en definitiva 1 o más familias tienen el control del negocio, no importando su dimensión o actividad.
La característica más importante entonces, es que dos instituciones importantes y diferentes, la familia y la empresa, están juntas o con vínculos muy estrechos. Este hecho puede producir la primera confusión: confundir la empresa con la familia. En esta el principal valor es el afecto, y en la empresa el norte es obtener resultados a lo largo del tiempo, por lo que debe ser eficiente y competitiva.
Esta fuerte carga afectiva en las empresas familiares, puede ser una ventaja enorme o también un gran inconveniente, dependiendo de cómo la familia logre administrar sus conflictos, si en una atmósfera de confianza y respeto, o mediante enfrentamientos y presiones.
La cultura y dinámica fundamental de las empresas familiares, las imprimen el o los fundadores, que han sido en general personas con mucha iniciativa y energía, muy trabajadoras y con importante capacidad de liderazgo, por lo cual la empresa evidentemente es su creación, y hasta cierto punto, la consideran una extensión de sí mismos.
Sin embargo, esta visión tiene limitaciones, ya que con el tiempo puede ser necesario delegar funciones, organizarse mejor, establecer controles diversificados, formar otros directivos, entre otras medidas. Una concepción muy centralizadora basada en el fundador (o fundadores), en nuevas etapas de la empresa pude impedir procesar los cambios necesarios. En el fondo, muchas veces se esconde detrás de esta visión el miedo a perder el control por parte de el/los fundador/es.
CONFUSIONES PELIGROSAS A EVITAR
Entre los principales conflictos latentes, además del ya mencionado, y que se reiteran frecuentemente en las empresas familiares podemos mencionar:
* Conflicto entre el fundador (o fundadores) y sus familiares próximos que trabajan en el negocio (hermanos, hijos o cónyugues), por el control y dirección de la empresa familiar. Esto produce un gran desgaste que puede generar serios problemas, no solo en la firma, sino también en la familia.
* Confundir la empresa con una caja registradora de la familia, donde se proveen las necesidades de todos los miembros de la misma, sin considerar las necesidades y limitaciones de la empresa y también sin considerar las distintas responsabilidades en el negocio.
* Confundir la empresa con una “bolsa de trabajo”, que envía periódicamente distintos miembros de la familia (tengan o no condiciones y voluntad), a trabajar en la empresa sin considerar el efecto sobre la misma y las necesidades reales de esta.
* Cuando los distintos miembros de la familia, tienen una visión de futuro diferente del negocio, lleva a una gran confusión sobre los objetivos, que se trasmite a todos incluyendo su personal.
* Tensiones al no tener claro los roles y funciones de los familiares en la empresa, que hemos visto con frecuencia, lo que lleva a conflictos inconducentes y peligrosos, así como a pérdida de eficacia y eficiencia.
* Tensiones y conflictos cuando el fundador, sobre todo en el ciclo inicial que demanda mucho esfuerzo y tiempo dedicado a la empresa, le resta horas a su familia y también recursos económicos.
* En la fase de suceso de la empresa, que nos lleva a la clásica pregunta: ¿crezco o permanezco chico y seguro? Y si decido crecer, ¿quién es el familiar adecuado para acompañarme? ¿O debo acompañarme de personal clave externo a la familia?
* La sucesión inevitable a veces no se prevé. También puede generar conflictos y tensiones prepararla, lo que puede llevar a errores serios y también a dificultades de adaptación de los fundadores y/o sucesores.
LOS CAMINOS NECESARIOS PARA SOLUCIONAR DIFICULTADES
Una pregunta clave en este tema es: ¿cómo pueden hacer los empresarios familiares para resolver estos problemas, y hacerlo a su vez sin resentir gravemente a la familia, institución básica y fundamental si las hay?
Hay varios factores para salir airoso de estos procesos.
En primer lugar hace falta una dosis de aplomo y sentido común importante, para sobrellevar y resolver estos problemas.
Depende también mucho del tipo de familia/s que esté/n detrás de la empresa en cuestión, de su nivel de unidad y compromiso, sus valores, sus vínculos y forma de comunicarse, entre otros aspectos claves. Por eso decimos que cada caso es diferente.
Muy importante también es el rol de los Consultores profesionales con experiencia y formación en Empresas Familiares, que son un gran punto de apoyo para abordar los temas fundamentales que permitan armonizar la familia con la empresa y previendo el futuro.
Como estrategia básica podemos mencionar la necesidad de irse convirtiendo en una familia empresarial, capaz de abordar con madurez los temas centrales de la familia y la empresa, respetando ambos ámbitos y la visión de todos los involucrados.
En este proceso, es necesario abordar y resolver cuestiones como:
* La forma de ejercer el gobierno de la E.F.
* Determinar los requisitos para trabajar en la misma.
* Los mejores roles de distintos familiares que trabajan o pretenden trabajar en la empresa de la familia.
* Mejorar la comunicación interna.
* Elaborar lineamientos estratégicos de tal forma de lograr un equilibrio entre las necesidades de la empresa y de los familiares.
* Fijación de retribuciones para los que trabajan en la empresa.
* Fijar también criterios para la distribución de las Utilidades anuales.
* Cómo cubrir los cargos más importantes.
Estos temas cruciales, además de otros, son algunas de las cuestiones espinosas que requieren de una instancia de reuniones periódicas apoyadas por consultoría profesional.
Esto permite tener el apoyo y acompañamiento imprescindible y objetivo, que además al tener una metodología de trabajo focalizada en este tipo de empresas, finalmente puede arribar a un acuerdo escrito refrendado por todos los involucrados: el PROTOCOLO de la empresa familiar.
En definitiva, el marco de la solución a las dificultades inherentes a las empresas familiares es irse convirtiendo en una “familia empresarial”, que logre superar las diversas crisis que pueda tener la empresa. Dando sustentabilidad en el tiempo al negocio familiar, preservando el patrimonio y contribuyendo a tener una familia armónica y en paz.