(artículo basado en publicación reciente del «New York Times»)
La motivación en el trabajo es bastante oscilante, aún en épocas normales, y no siempre es posible mantener un alto nivel de inspiración y rendimiento. Pero según especialistas en estos temas, en período de pandemia el fenómeno se agudiza, con lo cual es muy bueno saber que actitud tomar en estos tiempos.
Mantener y salir adelante en la actividad laboral, ya sea como emprendedor o empleado, nunca ha sido fácil, demanda muchos esfuerzos persistentes durante muchos años. Algunas cosas como encontrar el significado de tu trabajo, aprender nuevas habilidades, o cambiar la rutina han sido métodos tradicionales de motivación, y por supuesto disfrutar del entorno humano del trabajo.
El problema es que este 2020 que termina, ha cambiado todos los parámetros, y nos ha limitado en varios aspectos, además de someternos a una monotonía mayor con el transcurso de los meses, epidemia mediante. Es por ello que a continuación resumimos algunas actitudes que podemos decidir para mejorar y adaptarnos con más fluidez a esta nueva situación:
1) No fingir que estamos en una época normal: obviamente no lo es, y la necesidad de cuidarnos y cuidar permanece, limitando los contactos sociales entre otras medidas.
Aceptar que está bien no sentirnos tan inspirados como nos sentíamos hace un año nos puede ayudar a ajustarnos a este nuevo estilo de vida.
“Sé un poco generoso contigo”, opinó Danielle Hairston, profesora adjunta de la Escuela de Medicina de la Universidad Howard y directora de su programa de residencia en psiquiatría. En ese sentido, bajar el nivel de estrés, cambiar y modificar las expectativas, para hacerlas más realistas y menos exigentes, puede ayudar. Debemos aceptar que por más herramientas tecnológicas que tengamos, y que los flujos de trabajos estén optimizados, si la mente está estresada, no seremos tan productivos. Permitirnos el tiempo que maduren las cosas.
2) Apoyarse en nuestras redes humanas: contar con una red de apoyo familiar y de amigos te puede ayudar a superar este largo período y mejorar tu capacidad de respuesta al estrés.
Según Hairston, apoyarse en esas redes ayuda a que procesemos lo que sucede en el mundo que nos rodea y puede darnos mecanismos de superación para enfrentar el constante estrés que algunas personas están sintiendo.
“De todos modos puedes mantener el contacto a la distancia”, comentó Hairston.
Agregó que incluso un simple paseo por el vecindario te puede ayudar; comentó. “Salir y ver a la gente caminando, tan solo cambiar de entorno”.
3) Hacer las paces con la monotonía y disfrutar con pequeños gustos: esta época tiene una contradicción, por un lado tiene una importante monotonía, y por otro una fuerte carga de incertidumbre. Todos hemos cambiado parte de nuestra identidad: algunos trabajando a distancia, otros haciendo lo propio pero en un entorno más precario o aún de riesgo, y otros simplemente no han podido seguir trabajando. Por eso lo primero es valorar lo que tenemos.
Puede ayudarnos, recordar y reforzar los que nos daba alegría en la época pre-pandemia: dialogar más con los clientes (aún a distancia), disfrutar reuniones (presenciales o a distancia) con colegas, elegir tu atuendo diario para visitar clientes o concurrir a tu trabajo, disponer de un minuto para ver fotos de seres queridos, paisajes, música que te guste, o textos para reflexionar, es decir, esas pequeñas grandes cosas que nos ayudan a motivarnos diariamente y a dotarnos de calma y equilibrio…
4) Qué no debemos hacer: vivir con el mismo grado de libertad (y hasta de inconciencia), como antes de la pandemia, exigirnos más allá de lo que ahora podemos tolerar, fingir o decir que estás bien cuando no siempre es así.
Finalmente recordar quiénes somos más allá de esta circunstancia estresante que nos toca vivir, y con la aceptación superar el momento.
Fuente: Smarter Living. New York Times.